Bali

Un viaje al centro de la calma y tradición

Lo que conocía sobre Indonesia venía de Bali. Me obsesioné con esta isla por Eat, Pray, Love. Me atraía su paisaje, su espiritualidad, su culto a lo ancestral y cómo mantenía vivas sus tradiciones. Pero sin dudas había tanto que no sabía sobre este lugar y solo al conocerlo lo descubrí: Bali es una isla de 4 millones de habitantes. CUATRO! Me impresionó descubrirlo, aunque me hizo total sentido desde el primer momento: el tráfico, las motos, los autos, la cantidad de gente. Se maneja con el chofer sentado en el lado derecho y las calles van “al revés” de lo que estamos acostumbrados. Ese fue mi primer shock cultural. El segundo - y más impactante - : el tráfico de motos. Por cada auto hay - al menos - unas 6 motos, con dos o tres personas encima, a veces un niño, a veces un perrito, o hasta maletas y cajas. Y todo eso convive sin caos. Bueno, hay un caos visual pero no se siente en el ambiente la sensación de caos: no tocan bocinas, no hay gritos, no hay peleas. Solo orden y calma: la gente de Bali representa su cultura en cada momento. Son cálidos, tranquilos, serenos. Me transmitieron paz en un entorno que, en cualquier otro lugar, sería extremadamente caótico.

El chofer va con música balinesa que no sé que ha de decir pero si qué transmite: alegría, tranquilidad, y yo solo puedo sentir una gratitud tan inmensa de todo a la vez: poder vivir ese momento y ese lugar.

La espiritualidad balinesa

Aprendí que Bali es la única isla de Indonesia donde el 90% de la población practica una forma particular de hinduismo: el hinduismo balinés, una fusión entre el hinduismo y el budismo.

Una de sus prácticas más conocidas es el ritual de purificación con agua sagrada, que busca limpiar cuerpo, mente y alma, sanar enfermedades y liberar el karma de esta vida y las anteriores. Se realiza en ríos, manantiales, cascadas o el mar, acompañado de la oración de un sacerdote y con una ofrenda. El concepto del karma sigue vivo y es parte fundamental del hinduismo. Nuestro guía local nos preguntó si creíamos en el Karma. Le dijimos que sí. Nos explicó un poco más sobre el papel del Karma en su cultura (yo no sabia que el karma venía del hinduismo). El karma es la ley universal de causa y efecto que rige las acciones y sus consecuencias, tanto en esta vida como en las futuras reencarnaciones. Está profundamente ligado a la reencarnación, concepto que también sigue vivo en esta cultura.

Por otro lado el dharma, o camino correcto, juega un papel crucial en la determinación del karma. Las acciones que siguen el dharma se consideran positivas y generan buen karma, mientras que las que lo contradicen generan karma negativo. 

Templos y ofrendas: la vida espiritual cotidiana

Bali es conocida como la Isla de los Dioses o la isla de los mil templos (se calcula que hay más de 20,000 templos). Cada hogar tiene un templo, cada comunidad tiene al menos tres. Visitando una casa tradicional balinesa en Ubud, nos explicaron que todas tienen un templo familiar. Allí rezan tres veces al día y colocan sus ofrendas. Tres veces al día. Cada día.

Las ofrendas son una parte fundamental de la vida diaria. Son hechas con hojas de palma tejidas, flores, alimentos, incienso, y otros elementos. Se colocan en los templos, las casas, las calles, los negocios, todos los días, como forma de gratitud, respeto y equilibrio entre lo espiritual y lo terrenal.

Los elementos clave de cada ofrenda:

  • Incienso: para purificar y llevar la plegaria al cielo.

  • Agua bendita: para limpiar la ofrenda.

  • Flores de cuatro colores: simbolizando distintos aspectos divinos.

Sabores balineses

Otro must en la isla es el de probar distintos tés y cafés balineses, incluyendo el famoso café luwak, el café más caro del mundo. Este café se produce a partir de granos digeridos por el luwak, un animalito que podría ser una combinación entre un gato y un hurón :P (el de la foto). Estos se alimentan solamente de las cerezas de café, que cuando lo expulsan y después de un proceso particular de producción, se extrae este café. Lo probamos, yo personalmente lo sentí bastante amargo pero rico.

Además, probamos cafés con coco, aguacate y jengibre, entre otros miles. Habían muchísimos. Todos deliciosos y diferentes.


La danza Calonarang.

Sekala y Niskala: los dos mundos balineses

En Bali, la vida se divide en dos realidades:

  • Sekala, el mundo visible, lleno de color, ceremonias, danzas, rituales.

  • Niskala, el mundo invisible, habitado por espíritus, ancestros, energías.

Ambos mundos coexisten, y durante rituales como la danza Calonarang, que expresa - y dramatiza - “la lucha entre el bien y el mal” y en donde se vuelven indistinguibles.

Tegallalang

Tegallalang: los arrozales más bonitos del mundo

Una de las postales más famosas de Bali son los campos de arroz en terrazas, especialmente los de Tegallalang en Ubud. Además de ser estéticamente perfectos, su sistema de riego tradicional, llamado Subak, está reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En Bali, el arroz no es solo alimento. Es espiritualidad. Está presente en ofrendas, rituales, en la frente como símbolo de gratitud, y en cada comida.

Bali me conectó profundamente con la gratitud. No fue que ese sentimiento me naciera allí, es algo que ya venía gestándose en mí, pero Bali me dió el contexto perfecto para sentirlo con el cuerpo, mente y espíritu. Me llenó de admiración por su historia, su espiritualidad, su cultura, su gente. Me recordó que somos minúsculos en este mundo, que hay miles de formas de vivir, y que muchas veces creemos que solo existe la nuestra.

Nada importa más que esto: El aquí y el ahora.

Gracias, Bali.
Volveremos pronto. ❤️







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